jueves, 12 de octubre de 2017

Vincent Willem van Gogh: Camino con ciprés bajo cielo estrellado.

Vincent tras otro ataque hacia su salud, le escribe a Theo, diciéndole que tal vez su carta no se pueda comprender del todo pero que quiere volver a pintar.


Esta obra es uno de los tres últimos paisajes que van Gogh pintó en La Provenza y por lo plasmado en esta obra da para pensar que Vincent quería olvidarse de una etapa pasada para poder entrar a una nueva.


Van Gogh en realidad nunca quería marcharse de la Provenza, porque sabía que ahí había realizado lo mejor de su obra y dejado buenas amistades, pero también sabía que tenía que marcharse para recuperarse en salud, lo que le provocó tener sentimientos encontrados.


La obra, considerada por van Gogh como romántica, representa la travesía en que se encontraba su vida.


Dice que las cañas son amarillas por el predominio del color ocre tostado; que tiene una vieja posada con las ventanas encendidas en un tono naranja y un ciprés alto, recto y oscuro. En el camino se puede visualizar un carro amarillo tirado por un caballo blanco y dos caminantes, algo que le parecía muy romántico pero también muy típico de la Provenza.


La obra es un recuerdo del paisaje que tanto había pintado, que tanto  rememoraba sobre los buenos momentos vividos en el sur.

Las pinceladas afacetadas organizan toda la composición, poniéndose de manifiesto el lenguaje personal de Vincent tanto en el color como en su ejecución y táctica de cada pintura.


Camino con ciprés bajo cielo estrellado.



Refleja además la noche, otro de los temas que le atraía.


El cuadro fue realizado cuando el artista comenzaba a controlar su mente pero aún se encontraba perturbado.

Se destaca también que el artista confundió una fase lunar normal con un eclipse el cual pensó que había plasmado en su pintura.